“Aquí, uno de los mayores problemas es la indiferencia que existe entre los vecinos”. Así describía el p. Pedro Togni, misionero de la Consolata, al gran desafío que le espera a la Misión Conjunta LMC-MC-IMC 2014.
Esta es una ocasión muy importante para la vida de la familia de la Consolata en Argentina. Los próximos días de enero, más precisamente, del 7 al 12 de enero; se desarrollará la misión conjunta en la que participarán laicos, hermanas y padres misioneros. El sitio espera al desafío. Se trata del barrio 26 de Enero, emplazado en el departamento de Las Heras, Provincia de Mendoza. Muchos son los conflictos que azotan al barrio, como la inseguridad y las drogas, por mencionar algunos de ellos. Pero existe, como en toda realidad, la certeza sobre la presencia de vecinos que intentan sobreponerse a esa indiferencia que mencionaba el padre Pedro; vecinos que quieren construir firmes lazos de fraternidad, concientización y solidaridad.
El barrio 26 de Enero se vestirá de misión; una realidad que espera ser misionada para misionar a quienes la visiten. Probablemente esta oportunidad sea un simple acercamiento a una realidad que invita a ser descubierta, pero con una característica particular, esa invitación proviene de Dios.
La misión en el barrio 26 de Enero incluirá visitas a los hogares; jornadas para compartir con niños y adultos, celebraciones de la eucaristía, en el terreno donde pronto se levantará “la capilla”. Este hermoso compartir convocará a laicos de Salta, Jujuy, Formosa, Buenos Aires, Chaco y Mendoza. Cada uno de ellos desafiados por el anuncio bíblico que transmite el Papa Francisco: “¡Alégrense! Cuando alguien da un pequeño paso hacia Jesús, descubre que Él ya esperaba su llegada con los brazos abiertos.” Esa alegría que “se adapta y se transforma, y siempre permanece al menos como un brote de luz que nace de la certeza personal de ser infinitamente amado, más allá de todo.”
Pablo Tansini, lmc
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