El grito interior de la misión, más alla de las fronteras.

En este mes misionero no podemos sino dejarnos tocar más por la misión. La misión no es poesía, como decía el Allamano; la misión es realidad que implica amor y sacrificio...
La misión es ese grito que está muy fuerte dentro nuestro, y que se hace escuchar también con mucha fuerza allá afuera.


Hola a todos! qué tal? En realidad les escribo un poco tarde, pero no del todo!

Es que hace ya unos días... bueno... unas semanas que P Luis Manco me pìdió el favor que les haga llegar sus saludos en ocasión de celebrarse el 7 de Octubre el aniversario de la Beatificación de nuestro Padre y Maestro, José Allamano. Los días pasaron, los compromisos absorven mi tiempo y se me pasó, o bien me acuerdo en el lugar y momento menos oportuno.

Pero como Octubre, el mes misionero continúa, aquí estoy. Entonces, en primer lugar los saludos y mejores deseos de P Luis Manco, quien está en Italia de vacaciones (les cuento que las acortó... no por ser petizo! sino para poder estar en su comunidad de Pirané días antes de las confirmaciones... ¡Qué compromiso misionero!) y también aprovechó para una revisación médica que implicó una operación de cataratas. Ojalá que al sacárselas a él, hagan que aumente el caudal aquí!

Aprovecho para felicitar a quienes hacen posible el Blog, aunque parece que varios andan como yo... lentos en escribir; pero ¡ánimo y adelante!

En este mes misionero no podemos sino dejarnos tocar más por la misión. Recordemos que la misión no es poesía, así nos lo decía el Allamano, agregando que la misión es realidad que implica amor y sacrificio. El Allamano, era un Padre con los pies en la tierra, como solemos decir.
Quien sigue adelante sólo cuando hay flores por recoger, o hay agua con la que regar, o tierra fértil donde plantar... pero que ante las espinas que encuentra en el camino, o la falta de agua que circule aquí y allá que hace hasta olvidar que Jesús, fuente de Agua Viva está presente; cuando uno se preocupa por recoger frutos y nos olvidamos que tenemos que trabajar la tierra, abonarla, limpiarla... entonces uno está tentado a bajar los brazos... quiere decir que posiblemente la misión todavía no ha permeado la vida.

La misión es ese grito que está por un lado muy fuerte dentro nuestro; y que se hace escuchar con mucha fuerza allá afuera... donde alguien espera, como dice la canción. Por eso somos Misioneros Ad Gentes. Para salir al encuentro del otro, para ir más allá de nuestras realidades y ser perseverantes a pesar de las dificultades. Porque Dios permanece fiel, como dice S Pablo.. y es ese Dios que tenemos que anunciarle a la gente también hoy.

Con los novicios hemos estado de misión en Pirané y en Orán, pasando rápidamente por Jujuy y un descanso en San Francisco, aunque no perdimos la ocasión para visitar el Colegio Pablo VI.
En este mes misionero, nuestro mes por excelencia, los invito a todos a mirar más allá de la frontera, a ayudar a nuestros Misioneros y Misioneras Consagrad@s para que seamos fieles y disponbiles a ir más allá de las fronteras, mientras algunos de ustedes siguen animando la iglesia local; pero también ustedes preparándose para ir más allá de las fronteras.

Que el Beato Allamano los y nos fortalezca en esta vocación y que la Consolata nos haga el regalo de la disponibilidad pronta, servicial y alegre para salir, pero para también ser extraordinarios en lo ordinario.

Un abrazo a todos,

P. Daniel Bertea imc

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