Los días 5 y 6 de Noviembre pasados, se dieron cita en la Provincia de Mendoza, coordinadores y representantes laicos misioneros de la Consolata de las comunidades: Guaymallén (Mendoza), Jujuy, Orán (Salta), Monte Lindo (Formosa) y Martín Coronado (Buenos Aires); junto al asesoramiento del Padre Mauricio Guevara.
Los objetivos planteados en la previa, fueron alcanzados con creces.
1. Afianzar los lazos que unen a las comunidades LMC de Argentina, en entorno fraterno.
Para ello cada comunidad compartió su realidad de misión, según sus deseos y acciones concretas. Así pudimos conocer sobre obras edilicias en capillas, aporte en escuelas y pastoral rural, visitas a capillas en periferias de grandes ciudades, animación con jóvenes misioneros, entre otras acciones.
El taller de Sinergia puso especial atención en el descubrimiento de las capacidades de cada “engranaje”, es decir, lo vital que puede aportar cada laico misionero a su comunidad; y de qué manera debe actuar un coordinador frente a los desafíos actuales. Las herramientas fueron puestas en práctica con juegos recreativos como carreras de postas en equipo, o la formación de “elefantes sinérgicos”.
3. Generar un espacio de reflexión, diálogo y planificación sobre el camino de Unidad (Laicos animados por IMC y animados por MC).
Tal vez sea este espacio el que merezca un capítulo aparte, debido a que la intención de generar debate y escuchar voces hizo eco en la construcción de esta familia misionera en Argentina. Queremos compartir con ustedes algunas voces:
El espíritu de familia es uno de los pilares más importantes de los que enseña el Allamano, debemos compartir cada momento en familia, somos
unidad en la diversidad.”
“Continuar en el compartir de la oración, la formación, las celebraciones y festividades, poniendo objetivos en común.”
Cabe mencionar que toda la información está siendo procesada para continuar un camino de planificación “sereno pero firme”.
4. Reflexionar sobre los nuevos desafíos de la misión.
A través del artículo “Estamos creando el futuro”, de la revista Misiones Consolata, los reunidos pudimos oir y reflexionar a partir de las palabras del p. Stefano Camarlengo (Superior General). Cada laico deberá llevar a sus comunidades la premisa de consolidar comunidades autónomas, basadas en la unidad que surge desde el Espíritu de Familia y la Caridad.
Queda camino por recorrer, siempre con pasos marianos, consolatinos, eucarísticos, de unidad, misioneros. El camino a la próxima Asamblea LMC está en marcha. Dejamos en manos de Nuestra Dulce Madre Consolata, cada acción que nace desde el corazón.
Pablo Tanisni
LMC Argentina
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