Los chicos que se perdieron la infancia.

¿Qué hay detrás de “los chicos que se perdieron la infancia”? ¿Qué hacer ante el aumento de casos de delincuencia infantil? ¿Hay que seguir bajando la edad de imputabilidad?... Porqué no preguntarnos, justamente, por qué esos chicos llegan tan lejos, antes que las preguntas anteriores.

Hace más de un mes, en la provincia de Mendoza, cuatro niños/adolescentes, robaron algunos locales comerciales, entre ellos una juguetería. El debate inmediatamente se centró en bajar la edad de imputabilidad. Numerosos medios publicaron hecho e inmediatamente las voces en la sociedad se hicieron sentir. Probablemente debamos educar nuestro criterio al momento de emitir opiniones, ya que es muy frecuente “opinar estando desinformados”.

A continuación presento algunas de las opiniones del psicólogo Maximiliano Barrera, quien trabaja con los cuatro chicos desde hace dos años. Él cuenta que, mientras no se tenga una visión global sobre los chicos y adolescentes que delinquen, "el infructífero debate de bajar la edad de la imputabilidad" no va a terminar. "Es simple: cuando todos entendamos que las causas que empujan a los chicos a la delincuencia son múltiples, nos vamos a dar cuenta de que la solución tiene que ser multifactorial también.”

Como se menciona en el párrafo anterior los motivos que llevan a delinquir pueden ser multi-causales: familias disfuncionales (habría que re definir el término disfuncional), manipulación por parte de adultos (en algunas edades tempranas no existe lógica criminal), aislamiento y resentimiento por respuestas a interrogantes de su propia realidad que nunca antes nadie dio. Es necesario indagar esas realidades; es necesario caminar la realidad de esos chicos; es necesario desentrañar el mundo de las preguntas nunca respondidas; es necesario escuchar con atención los gritos de nuestra sociedad sin colocarnos el disfraz de juez; ¿podemos aplicar condena social?

Este pretende ser un artículo de reflexión, no de debates con justificaciones que parten de la pura razón escondida detrás de escritorios de oficinas. Es momento de acudir al “sentido común”, recordando que: “al género humano, le corresponde establecer un orden político, económico y social que esté más al servicio del hombre y permita a cada uno y a cada grupo afirmar y cultivar su dignidad” (Gaudium Et Spes).

Pablo Tansini, lmc